Si alguien sintetiza la verdadera actitud roquera, con sus luces y oscuridades, con sus cielos y sus infiernos, si alqugien epitomiza a plenitud el espíritu del rock, ese es Keith Moon.
Nadie tan gozoso como él, nadie tan excedido como él. Su hiperactividad infantil la llevó hasta los últimos días de su vida y eso se reflejó en su manera única y extraordinaria de tocar la batería, enn sus locuras durante las giras de The Who o las entrevistas que les hacían para la televisión, en sus excentricidades absolutamente originales, en los disfraces con los cuales le gustaba ataviarse (de monja, oficial nazi, sadomasoquista, mujer fatal, robot, payaso, etcétera) o en su desefreno a la hora de consumir drogas, medicamentos y, sobre todo, alcohol.
Keith Moon, un hiperactivo de marca, inventaba cualquier cantidad de cosas, desde arrojar televisores desde los cuartos más altos de los hoteles, hasta meter un Lincoln convertible en una alberca.
Todo esto hizo que los dueños de muchos de esos hoteles le negaran el alojamiento o exigieran un pago de cinco mil dólares por adelantado.
Una de las anécdotas más célebres dice que un día que The Who se encontraba de gira en USA, se encontraban alojados en la Ciudad de Flint, Michigan, el día en que Keith cumplía veintiún años de edad. Luego de su actuación en el estadio local, regresaron al hotel y el baterista Moon fue sorprendido con un gran pastel en el salón de banquetes. La fiesta no se hizo esperar y el alcohol corrió a raudales. En algún momento, algunos de los presentes sujetaron al festejado y le bajaron los pantalones y los calzones hata los tobillos y se fue de boca sin meter las manos. El impacto contra el piso fue directo en sus dientes frontales. Lleno de sangre, fue llevado de emergencias a una clínica, donde debió ser atendidosin anestesia debido a que estaba por completo borracho.
Haciendo un poco de historia Keith Moon vio la primera luz en Willesden, en la parte noreste de Londres, el 23 de agosto de 1946.
Keith fue un niño demasiado extrovertido, practicamente hiperactivo, con una imaginación desbordada, lo cual le trajo algunos problemas de conducta en la escuela. Sus escasos conocimientos y su explosiva personalidad lo hizo ser siempre considerado como materia dúctil.
De niño le gustaba el boxeo, pero a los doce años descubrió la música. Esto lo llevó a sentir fascinación por la percusiones y a hacerse de un tambor. Tres años después, su evidente afición por las cuestiones rítmicas hizo que su padre le regalara su primera batería. Fue un momento feliz para el incipiente músico, más no así para sus vecinos, quienes tuvieron que sufrir durante horas las ruidosas prácticas del jóven Moon.
Keith aprendió los secretos de la batería gracias a su amigo Carlo Little. Luego, según propia confesión, apredería mucho al ver tocar a Tony Meehan y a Ringo Starr, quien con los años se convertiría en uno de sus mejores amigos y compinche de juergas y farras.
Ya estando en The Who, Moon convertiría la batería en un instrumento solista y estelar.
El 6 de septiembre de 1978, Keith Moon y su novia Annete asistieron a la inauguración de la Semana de Buddy Holly, organizada por paul Mc Cartney, en el parque Peppermint de Londres. La pareja se retiró temprano del lugar y se dirigió a su apartamento, donde Keith cansado, decidió irse a dormir, luego de tomar una gran cantidad de pastillas que se pasó con alcohol. No despertaría jamás. Murió mientras dormía, una forma de irse del mundo muy poco congruente con la estrambótica vida que el hombre salvaje del rock había llevado.
En realidad, desde un punto de vista musical, la carrera de Keith Moon como solista fue tan poco imporatnte como la grabación de un único álbum, de calidad más que discutible: "Two Sides of the Moon", en 1975.
Fue su vida, su actitud lúdicamente irresponsable ante la misma, su dedicación casi religiosa al desmadre, lo que lo llevó a trascender como una figura mítica del rock y a convertirse en el alma del cuarteto del cual Peter Wownshend era el cerebro.
Un tipo demente, afortunadamente loco, un salvaje tan divertido qué hizo que Jim Henson, el creador de los Muppets, se inspirara en él para crear a su personaje más iconoclasta y nihilista: ANIMAL, quien también por supuesto, tocaba los tambores y los platillos.
¿Qué mejor elogio se podría hacer a ambos?
Salu2!!!
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