lunes, 10 de septiembre de 2007

JIM MORRISON: EL ETERNO REY LAGARTO.


La muerte muchas veces está llena de incógnitas. Cuando quien muere es una estrella de rock, los interrogantes acostumbran a multiplicarse, y en ocasiones lo hacen de tal modo que poco importa los años que hayan pasado desde el fallecimiento del artista de turno.

Tal es el caso de Jim Morrison. La versión oficial dice que murió en la bañera de su casa de París a causa de un paro cardíaco el 3 de julio de 1973.

La novia del cantante, que murió cuatro años más tarde de sobredosis, nunca dio una versión del todo coherente de lo sucedido. En su versión más conocida, ella aseguraba que la víspera de la muerte del cantante habían salido al cine y que ella lo encontró muerto en la bañera a la mañana siguiente.

James Douglas Morrison nació en Melbourne, Florida, el 8 de diciembre de 1943. Hijo de un oficial de marina de alto rango (su padre se encontraba en operaciones en Tokio cuando estalló Vietnam).

Cuando tenía 4 años, viajando por Nuevo México con su familia, pasaron por delante de un camión accidentado, alrededor del cual, yacian varios indios muertos. Este hecho le marcaria profundamente. El propio Jim Morrison llegaría a decir que el espíritu de un Chaman indio atravesó su cuerpo. Su espíritu se regocijaba con los temas misteriosos y esotéricos, tanto, que el mismo llegó a convertirse en un shamán.

Probablemente el lugar más festivo, toxico y libre del planeta en 1965 era Los Angeles, y como no podía ser de otra forma nuestro personaje hacia vida en medio de aquel bonito caos. Fue aquel año cuando Morrison, como muchos otros jóvenes, comenzó a experimentar con todo tipo de sustancias para ver que sensaciones se podían obtener de cada una de ellas.

A pesar de la fama de politoxicomano que ha acarreado Morrison hasta nuestros días, si, es cierto que le gustaba la fiesta como al que más y que no decía que no a nada, pero su alineación fundamental y la droga que mas le gusto y le engancho fue sin duda el alcohol. Heroína, peyote, marihuana, ácido o cualquier tipo de fármaco o pastilla que cayera en sus manos fueron desde entonces el complemento ideal para sus borracheras.

Su fama de tipo raro seguía creciendo pero tenia buenos amigos en clase; uno de ellos era Ray Manczarek (que poco después quitaría la "c" de su apellido), un estudiante proveniente de Chicago que tocaba el teclado junto a su hermano en una banda llamada Rick and The Ravens (una banda local de rhythm and blues). Lo había conocido después de una clase, cuando censuraron el corto de Manzarek en el que aparecía un desnudo integral.

Su vida dio un brusco giro cuando abandona la escuela fílmica de la U.C.L.A. (Universidad de Los Angeles) y se decide a formar una banda de rock. La idea había surgido entre él y Ray Manzarek.

Una tarde Ray le requirió para que hiciera que sabia tocar la guitarra en un concierto: había firmado un contrato como seis músicos y en la banda eran solo cinco, de modo que la primera vez que Jim subió al escenario fue algo fraudulenta. Esa tarde gano 25 dólares y le dio las gracias a su amigo por la experiencia.

Por aquel entonces ya había roto sus lazos familiares, trabajaba en pequeños trabajos fuera de horarios de clases y dormía en casas de amigos o conocidos. Fue entonces otro colega, Sam Kilman, quien le propuso formar un grupo. Kilman tocaba la batería y le pregunto a Morrison que que iba a hacer en la banda; esta fue la primera vez que se le paso por la cabeza cantar en un grupo, aunque con Kilman ni siquiera llego ensayar.

Lo que sí pensaron fue en el nombre del grupo, y Morrison, tomando una idea de William Blake: "Existen cosas conocidas y cosas desconocidas; entre ambas están las puertas", a la par del título del libro de Aldous Huxley "The Doors of Perception", decidió que el grupo se llamaría The Doors.

Ya en sus primeras apariciones con la banda, Morrison se había convertido en una figura muy popular entre los jóvenes de esa era, que se pasaban la recomendación: "Hay que ver a la banda que toca en el Whiskey A Go-Go: tiene un cantante que está totalmente loco".

Poeta de vocación, escribió muchísimos poemas sobre temas diversos: muerte, época, su visión de la vida, etc. Su poesía estaba influenciada por los escritores "malditos": Friedrich Nietzche, Rimbaud, Jack Kerouac, Allen Ginsberg, etc., algunos de los cuales frecuentaba muy seguido.

En sus shows alimentaba un escándalo permanente, borracho y exhibicionista, lo que le costó varios arrestos, y, a la banda, varias clausuras de shows. Fue detenido por agresión a policías y en una ocasión, por intentar masturbarse en público.

Un día el grupo fue invitado para actuar en uno de los programas de TV más seguidos del momento: The Ed Sullivan Show. Cuando estaban en camerino un encargado de la producción del programa les dijo que deberían cambiar una frase de “Light My Fire”, concretamente la tercera: “Girl you could’nt get much higher” (chica, no podrías estar más colocada) y les recomendaron que dijeran algo así como “chica, no podrías estar mejor”. Un sorprendente Morrison le dijo al tipo en cuestión que así lo haría.

El programa de variedades en directo acababa de comenzar cuando Ed Sullivan presentó a los Doors y comenzó a sonar “Light My Fire”. Al llegar a la controvertida frase, no sólo la pronunció en su formato original enfatizándola adrede, sino que añadió un sonoro “yeah” después; como regalo Morrison no hizo nada por disimular la ostensible erección que se adivinaba bajo sus pantalones de cuero. El grupo nunca volvió al programa a pesar de haber firmado un contrato por varias actuaciones.

Si los vinilos de The Doors eran gloriosos, sus conciertos resultaban más que sugestivos, especialmente por la capacidad de frontman de Jim Morrison, que cada vez se encontraba más colgado de las drogas y el alcohol. Su gira europea causó asombro, en especial sus actuaciones en la capital inglesa.

Eran una aventura, podían acabar con disturbios dentro o en la calle; Morrison era un provocador nato que cuando subía a escena deseaba causar emociones, no dejar a nadie indiferente: bailaba, actuaba, interpretaba, recitaba, hablaba con las primera filas del público … en definitiva, asumía muchos más roles que cualquier otro vocalista de la época. Fue él el primero en lanzarse al público desde el escenario.

Era consciente de que el show se centraba en él y le gustaba ese juego, no dejaba escapar la más mínima oportunidad para mostrarse insolente, gracioso, bestia, ingenuo, dramático, violento, alterado o al borde del desmayo. Morrison era un removedor de conciencias que buscaba el grado extremo en todos sus actos.

En 1971, cuando terminaron L.A. Woman, Pam y Jim ya tenían firme la idea de ir a París. Durante la grabación hubo varios días en los que los miembros de los Doors no se hablaban entre ellos, pero cuando escucharon el resultado no tuvieron más que felicitarse y despedirse amistosamente. Morrison les regaló unos libros de poemas y a los pocos días celebraron una fiesta en casa de Ray.

Pamela fue a París un mes antes que el, que se quedó en Los Angeles con una de sus amantes bebiendo, asistiendo a combates de boxeo y practicando tiro. Se reunió con Pamela a principios de Marzo.

Después de pasar dos semanas en un hotel alquilaron un apartamento cerca de La Bastilla. Disfrutaron de los museos de la ciudad, de los cafés, de los cines, y Morrison hizo un seguimiento de los lugares donde habían vivido muchos de sus escritores favoritos. Al poco tiempo alquilaron un coche con el que viajaron al sur de Francia, atravesaron la península ibérica y llegaron hasta Tanger, viajando unos días después a Casablanca.

De vuelta a París la pareja entabló amistad con los cineastas Jacks Demy y Agnes Varda. Morrison se afeitó la barba, perdió algo de peso y cambió su vestuario de cuero por jerseys, adoptan la apariencia de un estudiante. Seguía bebiendo mucho; tenía a su disposición muchos más bares que en Los Angeles además de varios clubes de rock’n roll donde encontrar drogas y diversión.

Muchos días se despertó en casa de gente que no conocía y cuenta la leyenda que había llegado a las tres botellas de whisky al día.


Una noche habló por teléfono con John Densmore y se mostró excitado cuando conoció las estupendas ventas de “L.A. Woman”. Le contó a John que estaba escribiendo sus mejores poemas y que incluso había empezado a escribir una ópera, pero todo era mentira. Su estancamiento creativo le llevó a una depresión.

A mediados de junio vivió con ellos Alain Ronay; este personaje estuvo con Morrison el día 2 de julio; durante un paseo Morrison se empezó a encontrar mal y se lo dijo a Ronay. Cuando sus conocidos conocieron este detalle se extrañaron mucho, ya que Morrison nunca se quejaba y siempre decía que se encontraba bien, aunque realmente no lo estuviera. Al final del paseo Morrison tenía dificultades para respirar. Aquella noche Pam y Jim vieron en la tele la película “El Valle de la Muerte”.

A la mañana siguiente Pam encontró el cadáver de Jim Morrison en la bañera. Son muchos los testimonios que cuentan que Morrison se inyectó heroína esa noche en un decadente club llamado Rock’n Roll Circus, claro que estos testimonios son en su mayoría de yonkis que habían conocido a la pareja en el ambiente underground de la ciudad. De hecho son varios los que afirman haber estado con Morrison la noche antes.

La versión oficial es que Jim Morrison murió de un ataque al corazón mientras se bañaba debido a un tremendo desgaste físico y al abuso de drogas. Lo que sí está claro es que esa misma semana compró 200 dólares de heroína a un personaje llamado Le Petit Bernard. Otra de las versiones apunta a que fue Pam la que le metió en la bañera para intentar frenar la sobredosis con agua fría.

Pamela contó a la policía que se acostaron a las dos y media después de haber estado viendo la tele y haber escuchado un par de discos. Por la mañana le despertó la respiración de Morrison que le dijo que se encontraba mal y que iba a tomar un baño; pero antes intentó desayunar, aunque su estómago rechazó los alimentos.

Lo encontró en la bañera sonriendo, con los ojos cerrados y la cabeza ladeada. Pam llamó a Alain Ronay y fue éste quien avisó al servicio de urgencia. También Agnes Varda se presentó en el apartamento. Curiosamente los primeros en llegar fueron los bomberos. Uno de sus oficiales cogió el cuerpo de la bañera y lo llevó hasta la cama, donde intentaron reanimarle sin éxito. Ronay y Pam decidieron declarar su nombre como Douglas James Morrison, es decir poniendo en primer lugar el apellido, y también dijeron que era poeta. Llegó al piso el doctor Vasile; Ronay le dijo que Jim no tomaba drogas pero que bebía bastante. Este forense acreditó que la muerte se debió a causas naturales: un ataque al corazón agravado por el abuso del alcohol.

Aquella misma mañana llamó al apartamento The Count, un amigo de Marianne Faithfull (que moriría también por sobredosis poco tiempo después), la cual se encargó de extender la noticia en el mundo del espectáculo.

Como el cadáver no tenía signos de violencia y la historia de Pam era bastante coherente, las autoridades no ordenaron ninguna autopsia.

Después de enterrar a Morrison en el cementerio parisino de Père-Lachaise, Pamela volvió a los Estados Unidos, donde pasaría un tiempo con Diane Gardiner, amiga personal y publicista de Elektra. Diane asegura que Pam volvió destrozada, hablaba sola y no hacía más que culparse por la muerte de Morrison.

Con el testimonio de lo que le contó Pam a Diane se puede asegurar que Morrison no sólo no tomaba heroína sino que la detestaba; de hecho Pam nunca se pinchó delante de él y Morrison no sabía que Pamela la usaba todos los días.

Según le contó a Gardiner, Jim mezcló varias bebidas y esnifó algo (cocaína o heroína, confundiendo la droga con letal resultado) la noche del 2 al 3 de julio.

Lo que no acababa de estar claro es si tomó heroína para suicidarse, si la compró para Pam, o si tal vez se acababa de enganchar y simplemente tuvo mala suerte.

En su testamento le dejó todo su legado (royalties incluidos) a sus hermanos Andrew y Anne y a Pamela Courson.

Pam murió en 1974 sumida en el pozo de la heroína y ejerciendo la prostitución; su muerte también fue por sobredosis.

Por lo visto durante muchos de sus últimos trances se sentaba al lado del teléfono asegurando que Morrison estaba vivo y que la iba a llamar.

Fue sepultado en el Cementerio Père-Lachaise, de la capital francesa. Su tumba es aún frecuentada como un lugar santo y día a día recibe el homenaje y recuerdo de sus incondicionales fanáticos, cuya tradición más conocida sea, tal vez, la de tomar parte de un trago y echar el resto en la tierra para él.

Debido a que nunca se realizó una autopsia oficial, es creencia general el que sigue vivo.

Todo esto hace a Jim Morrison una de las figuras legendarias más importantes de la historia del Rock.

Salu2!!!

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